¿Qué es más dañino el azúcar o la grasa?
Saber si el azúcar o la grasa es más dañina para tu cuerpo te ayudará a tomar mejores decisiones alimenticias.
En las últimas décadas, la industria alimentaria ha tenido a la grasa en el punto de mira y nos ha llevado a todos a pensar que reducir la ingesta de grasa es la clave para perder peso.
Sin embargo, es importante recordar que no todas las grasas son malas para la salud y que a veces muchos de los alimentos que nos venden como “saludables” y “light” son mucho más perjudiciales.
¿Qué te engorda más la grasa o el azúcar?
Tanto la grasa como el azúcar pueden contribuir al aumento de peso si se consumen en exceso. Sin embargo, es importante entender cómo funciona cada uno en relación con el cuerpo. Verdad Noticias te compartimos lo que debes saber.
La grasa dietética contiene más calorías por gramo que el azúcar. Mientras que un gramo de grasa proporciona aproximadamente 9 calorías, un gramo de azúcar solo proporciona alrededor de 4 calorías. Por lo tanto, en términos de contenido calórico, la grasa tiene más potencial para contribuir al aumento de peso.
Además, algunas grasas saturadas y grasas trans, presentes en alimentos como carnes grasas, productos lácteos enteros, comida rápida y bollería industrial, pueden ser perjudiciales para la salud cardiovascular si se consumen en exceso.
Por otro lado, el azúcar añadido, que se encuentra en muchos alimentos procesados y bebidas azucaradas, puede aumentar la ingesta calórica total sin proporcionar muchos nutrientes. El consumo excesivo de azúcar puede contribuir al aumento de peso y también se ha relacionado con problemas de salud como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
¿Qué se quema más rápido la grasa o el azúcar?
Cuando se trata de la velocidad de combustión, el azúcar se quema más rápidamente en comparación con la grasa. El azúcar, en forma de glucosa, es una fuente de energía rápida y fácilmente disponible para el cuerpo.
Cuando consumes azúcar, tu cuerpo puede utilizarlo rápidamente para obtener energía o almacenarlo en forma de glucógeno en los músculos y el hígado.
La grasa, por otro lado, requiere un proceso metabólico más complejo para convertirse en energía utilizable. Durante la digestión, las grasas se descomponen en ácidos grasos y glicerol, que luego se absorben en el torrente sanguíneo.
Estos ácidos grasos se transportan a las células y se descomponen aún más en un proceso llamado beta-oxidación, que finalmente produce moléculas de ATP, la principal fuente de energía celular.
Debido a la naturaleza de estos procesos metabólicos, el azúcar se quema más rápidamente que la grasa para obtener energía inmediata. Sin embargo, es importante destacar que el cuerpo puede almacenar una mayor cantidad de energía en forma de grasa en comparación con el azúcar.
La grasa corporal actúa como una reserva de energía a largo plazo y puede ser utilizada cuando no hay suficiente glucosa disponible.